jueves, 12 de septiembre de 2013

La importancia de los elogios.


Renombrados terapeutas que trabajan con familias, divulgaron una reciente investigación donde se hace notar que los miembros de las familias en general están cada vez más fríos, no existe más cariño, no se da más valor a las cualidades, solo se escuchan críticas.
Las personas están cada vez más intolerantes y se desgastan dando valor a los defectos de otros. Por eso, las relaciones de hoy no duran.
La ausencia del elogio está cada vez más presente en las familias de media y alta renta. No vemos a los hombres elogiando a sus mujeres o vice-versa. No vemos a los jefes elogiando el trabajo de sus subordinados. No vemos nunca a los padres e hijos elogiándose. Tampoco a los amigos, etc.
Solo vemos personas superficiales y fútiles dando valor a artistas, cantantes… A personas que usan la
imagen para ganar dinero y que, por consecuencia, son personas que tienen la obligación de cuidar del cuerpo y del rostro.Esa ausencia de elogio ha afectado mucho a las familias.
La falta de diálogo en sus hogares, el exceso de orgullo impide que las personas digan lo que sienten y llevan esa carencia para dentro de los consultorios. Destruyen sus matrimonios, y acaban buscando en otras personas lo que no consiguen dentro de casa.
Comencemos a dar valor a nuestras familias, amigos, alumnos, subordinados. Vamos a elogiar al buen profesional,  la buena actitud, la ética, la belleza de nuestros compañeros o nuestras compañeras, el comportamiento de nuestros hijos.
Vamos a observar lo que a cada persona le gusta. El buen profesional, el buen hijo, el buen padre o la buena madre, el buen amigo, la buena ama de casa. La mujer y el hombre que se cuidan… En fin, vivimos en una sociedad en la que uno necesita del otro, es imposible vivir solo y aislado.
Los elogios son la motivación en la vida de cualquier persona. ¿Cuántas personas podría usted hacer feliz hoy elogiándolas de alguna manera?
¡Entonces elogie alguien hoy!

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